Our local food pantries keep all folks’ identities safe

Food insecurity in San Miguel County (SMC) presents complex challenges that impact various vulnerable populations. Insights from the 2022 Health Assessment by the West Central Public Health Partnership, coupled with data from statewide surveys like the Colorado Health Access Survey, paint a detailed picture of this pressing issue. This essay examines the extent of food insecurity, highlights the unique challenges faced by specific groups, and underscores the importance of accessible support systems.

Extent of Food Insecurity in SMC The data reveals significant levels of food insecurity across the county. Approximately 10% of residents occasionally experience hunger, with 9% reporting that they sometimes ran out of food over the past year due to financial constraints. The situation is particularly acute among the youth, with 14% of high school students in Telluride reporting occasional or frequent hunger due to a lack of food at home—this is higher than the state average of 12%. Moreover, 11% of the population worries about having enough food to feed themselves and their families, a concern that parallels their difficulties in accessing affordable fresh produce.

Vulnerable Populations Affected Food insecurity disproportionately affects several key demographics in SMC, including young children, teens, seniors, Latinos and other immigrant populations. These groups face compounded challenges such as affordable housing shortages, mental health issues, and limited healthcare access, which all exacerbate the difficulty in securing adequate nutrition. Young children and teens are particularly vulnerable, as food insecurity impacts their physical growth, mental health, and academic performance. Seniors aging in place without adequate support and immigrants, who may face language barriers and fear public assistance due to immigration concerns, are particularly affected by these factors.

Challenges Highlighted by Local Residents‘ testimonials further illustrate the dire situation in SMC. One local describes living in what feels like a food desert, where “restaurants are overpriced, and the grocery stores have unhealthy foods.” The high cost of living forces residents to travel significant distances for more affordable and healthier options, as another explains, “The cost of food here is high, so you have to travel to Montrose. That’s hard to access if you do not have transportation.” Additionally, the lack of sustainable food options compels residents to make these lengthy trips to Montrose every other week, underscoring the ongoing struggle to find adequate food supplies locally.

Everyone is Safe to Use Our Food Pantry; in an effort to encourage those who might be hesitant about sharing their identity, it is crucial to share that everyone is safe to use our local food resources, such as SNAP benefits and the various food pantries. Our food pantry ensures the confidentiality and safety of all participants’ identities. Some individuals have verbalized hesitancy with accessing these food services, so we want to make sure everyone is aware that these services exist due to a very real need, and there should be no shame associated with tapping into existing resources. In fact, it is vital to show the need that exists in our rural communities, so we continue to receive support for these essential services. Immigrants who may have an eventual path to residency in the future should not worry about Public Charge, because accessing food resources does not account against them if/when applying for permanent residency (as of the time of this publishing).

The data from both local and state sources provide a comprehensive view of the challenges of food insecurity in San Miguel County, emphasizing the need for interventions that are sensitive to the specific needs of vulnerable populations. By creating an environment that supports all residents and addresses the underlying causes of food insecurity, SMC can ensure access to necessary resources for a healthier community.

TMC encourages those who are able to contribute to the food pantry with goods or donations to help address this issue that effects the overall health of our community.

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En el condado de San Miguel (CSM ), no somos inmunes a la inseguridad alimentaria.

El banco de alimentos local mantiene segura la identidad de quienes allí concurren.

La inseguridad alimentaria en el condado de San Miguel (SMC, por sus siglas en inglés) presenta desafíos complejos que afectan a varias poblaciones vulnerables. La Evaluación de Salud 2022 de la Asociación de Salud Pública de West Central, junto con los datos de encuestas estatales como la Encuesta de Acceso a la Salud de Colorado (CHAS, por sus siglas en inglés), brindan una imagen detallada de este problema apremiante. Este ensayo examina el alcance de la inseguridad alimentaria, destaca los desafíos únicos que enfrentan grupos específicos y subraya la importancia del acceso a los sistemas de apoyo.

Alcance de la inseguridad alimentaria en el CSM: los datos revelan niveles significativos de inseguridad alimentaria en todo el condado, donde aproximadamente un 10 % de los residentes se queda con hambre de vez en cuando, y un 9 % informa que en algún momento del año pasado se quedaró sin alimentos debido a limitaciones financieras. La situación es particularmente aguda entre los jóvenes, con el 14 % de los estudiantes de la escuela secundaria de Telluride quienes reportan pasar hambre ocasionalmente o con frecuencia debido a la falta de alimentos en casa, lo que sería más alto que el promedio estatal, que es del 12 %. Además, al 11 % de la población le preocupa no tener suficiente comida, preocupación paralela a las dificultades para acceder a productos frescos.

Poblaciones vulnerables afectadas: la inseguridad alimentaria afecta de manera desproporcionada a varios grupos demográficos clave en el CSM, incluidos los niños, los adolescentes, las personas mayores y las poblaciones de inmigrantes. Estos grupos se enfrentan a desafíos agravados, como la escasez de viviendas accesibles, problemas de salud mental y el acceso limitado a la atención médica, lo que agrava la dificultad para garantizar una nutrición adecuada. Los niños y los adolescentes son particularmente vulnerables, ya que la inseguridad alimentaria afecta el crecimiento físico, la salud mental y el rendimiento académico. Quienes se ven particularmente afectados por estos factores son las personas mayores que envejecen sin el apoyo adecuado y los inmigrantes, quienes pueden enfrentar barreras lingüísticas o temerle a la asistencia pública debido a preocupaciones de estatus migratorio.

Desafíos mencionados por residentes locales, que ilustran aún más la grave situación en el CSM. Un lugareño describe vivir en lo que siente como un desierto alimentario, donde “los restaurantes son demasiado caros y las tiendas de comestibles tienen alimentos poco saludables”. El alto costo de vida obliga a los residentes a viajar distancias significativas para obtener opciones más accesibles y saludables. Otro residente comenta: “El costo de la comida aquí es alto, por lo que tienes que viajar a Montrose. Pero es difícil si no tienes transporte”. Además, la falta de opciones de alimentos sostenibles obliga a los residentes a hacer estos largos viajes a Montrose cada dos semanas, lo que subraya la lucha continua para encontrar suministros de alimentos adecuados a nivel local.

La seguridad en los bancos de alimentos del condado: en un esfuerzo por alentar a aquellos que podrían dudar en compartir su identidad al usar estos recursos, es crucial que se sepa que todos están seguros cuando usan los beneficios de SNAP o las distintas despensas de alimentos del condado. El banco de alimentos de Telluride garantiza la confidencialidad y seguridad de la identidad de todos los concurrentes. Algunas personas han dudado acceder a estos servicios de entrega de alimentos, por lo que queremos asegurarnos de que todos sepan que estos servicios existen porque hay una necesidad muy real, y no debería existir vergüenza alguna asociada con el aprovechamiento de estos recursos disponibles. Es más, es de vital importancia mostrar la necesidad existente en nuestras comunidades rurales para que sigamos recibiendo apoyo para estos servicios esenciales. Aquellos inmigrantes que puedan acceder en un futuro a la residencia no deben preocuparse por la carga pública, porque el acceso a los recursos alimenticios no juega en contra para ese proceso (en el momento de esta publicación).

Los datos de fuentes locales y estatales proporcionan una visión integral de los desafíos de la inseguridad alimentaria en el condado de San Miguel, enfatizando la necesidad de intervenciones que sean sensibles a las necesidades específicas de las poblaciones vulnerables. Al crear un entorno que apoye a todos los residentes y aborde las causas subyacentes de la inseguridad alimentaria, el condado de San Miguel puede garantizar el acceso a los recursos necesarios para una comunidad más saludable.

Desde la clínica de Telluride, alentamos a aquellos que puedan contribuir con el banco de alimentos con comestibles o donaciones para ayudar a abordar este factor social determinante del estado de salud.

Traducido por Cali G