Note from the Health Equity Desk written by Ximena Rebolledo León (Registered Nurse) and Translated by Cali G. (Bilingual Health Access Facilitator)
September 15th marks the start of National Hispanic Heritage Month – an opportunity to celebrate the contributions, achievements, traditions, and cultural diversity of Hispanics in the United States. This celebration was started in 1968 by Congress as Hispanic Heritage Week and was expanded to 30 days in 1988. The celebration begins in the middle rather than the start of September because it coincides with national independence day in several Latin American countries: Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, and Costa Rica celebrate theirs on September 15th, followed by Mexico on September 16th, Chile (where I was born) on September 18th and Belize on September 21. The national theme for 2023 is Todos Somos Uno – We Are All, We Are One, reinforcing the power and strength that comes from being a united community.
For many, including myself, the term Hispanic is problematic and somewhat difficult to define. Many sources describe a Hispanic person as someone who comes from or is a descendant of a Spanish-speaking country. This term calls attention to Spain as a colonial power and does not acknowledge the negative reality of imperialism, racism and other factors associated with this history. The term Latino/a emerged to acknowledge this context and to celebrate the liberation from colonialism, but it is also imperfect. Like most of the romance languages, words in the Spanish language are gendered masculine or feminine, presenting vexing challenges for anyone who would like to articulate experiences of gender that defy this binary. Regardless of the term, according to the 2020 Census data, there are 62.1 million “Hispanics” living in the United States, this nation’s second largest racial or ethnic group. Latinos are not a monolithic group – we represent a very diverse population, 14.4 million Latinos identify as Afro-Latinos, a quarter of Hispanics consider themselves indigenous or Native American, and 22% of Latino millennials are more likely to identify as proud members of the LGBTQ community.
This month’s Note from the Health Equity Desk invites you to celebrate National Hispanic Heritage Month with us, but also brings attention to persistent health inequities affecting Latino communities. Per the CDC:
- Hispanics/Latinos are about 50% more likely to die from diabetes or liver disease than non-Hispanic whites.
- Compared to non-Hispanic whites, Hispanics are 22% less likely to have controlled high blood pressure.
- Hispanic/Latinos have a colorectal cancer screening rate that is 28% lower than that of non-Hispanic whites.
- Hispanics/Latinos are almost 3 times as likely to be uninsured as non-Hispanic whites.
- The rate of diagnosed diabetes is 66% higher among Hispanics/Latinos than among non-Hispanic whites.
- Hispanic/Latino children and adolescents aged 2-19 years have a higher prevalence of obesity than their non-Hispanic white and non-Hispanic Asian peers.
- The proportion of Hispanic adults with obesity is about 20% higher than non-Hispanic whites.
It is easy to look at these numbers and excuse them with prevalent stereotypes. It is much harder to acknowledge their causes rooted is systemic injustices – people who lack access to quality health care are less likely to receive preventative care and more likely to have chronic health conditions and die prematurely. While health disparities continue to negatively impact the lives of many of our neighbors and friends, it is not a reality we have to accept. TRMC continues its intentional journey to tackle health inequities, it is committed to providing culturally and linguistically competent healthcare services. Our goal as a medical organization is that every patient and family served has the opportunity to achieve optimal health. We encourage you continue with us on this journey, and support us if you are committed to creating healthier outcomes for everyone in our community.
Celebración del Mes de la Herencia Hispana y Reconocimiento de las Disparidades Prevalentes en la Atención Médica
Nota de la Mesa de Equidad en Salud escrita por Ximena Rebolledo León (Enfermera Titulada) y Traducido por Cali G. (Facilitadora Bilingüe de Acceso a la Salud)
El 15 de septiembre marca el inicio del Mes de la Herencia Hispana, una oportunidad para celebrar las contribuciones, logros, tradiciones y diversidades culturales de los hispanos en los Estados Unidos. Esta celebración fue iniciada por el Congreso en 1968 como la Semana de la Herencia Hispana y, en 1988, se extendió a 30 días. La celebración comienza a mediados de septiembre porque coincide con el día de la independencia de varios países latinoamericanos. Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica lo celebran el 15 de septiembre, México el 16 de septiembre, Chile (país donde nací) el 18 de septiembre y Belice el 21. El tema nacional para 2023 es Todos Somos Uno – We Are All, We Are One – reforzando el poder y la fuerza que proviene de ser una comunidad unida.
Para muchos, incluyéndome a mí, el término hispano es problemático y algo difícil de definir. Muchas fuentes describen a una persona hispana como alguien que proviene o es descendiente de un país de habla hispana. Este término atrae la atención sobre España, potencia colonial, y no reconoce la realidad negativa del imperialismo, el racismo y otros factores asociados a ese período de la historia. El término latino/a surgió para reconocer este contexto y celebrar la liberación del colonialismo, pero también es imperfecto. Como la mayoría de las lenguas romances, las palabras en el idioma español son de género masculino o femenino, presentando desafíos molestos para cualquiera que desee articular experiencias de género que desafíen esta posición binaria. Independientemente del término, según los datos del Censo de 2020, hay 62.1 millones de “hispanos” viviendo en los Estados Unidos, el segundo grupo racial o étnico más grande de esta nación. Los latinos no son un grupo monolítico, sino que representamos a una población muy diversa: 14.4 millones de latinos se identifican como afrolatinos, una cuarta parte de los hispanos se consideran indígenas o nativos americanos, y el 22 % de los millennials latinos tienen más probabilidades de identificarse como miembros orgullosos de la comunidad LGBTQ.
La Nota de este mes de Health Equity Desk lo invita a celebrar el Mes de la Herencia Hispana con nosotros, pero también llama la atención sobre las persistentes inequidades de salud que afectan a las comunidades latinas. Según información del Centro de Control de Enfermedades del país (CDC , por sus siglas en inglés):
- Los hispanos/latinos tienen aproximadamente un 50 % más de probabilidades de morir de diabetes o enfermedad hepática que los blancos no hispanos.
- En comparación con los blancos no hispanos, los hispanos tienen un 22 % menos de probabilidades de tener presión arterial alta controlada.
- Los hispanos/latinos tienen una tasa de detección de cáncer colorrectal que es 28 % más baja que la de los blancos no hispanos.
- Los hispanos/latinos tienen casi 3 veces más probabilidades de no tener cobertura médica que los blancos no hispanos.
- La tasa de diabetes diagnosticada es 66 % más alta entre los hispanos/latinos que entre los blancos no hispanos.
- Los niños y adolescentes hispanos/latinos de 2 a 19 años tienen una mayor prevalencia de obesidad que sus pares blancos no hispanos y asiáticos no hispanos.
- La proporción de adultos hispanos con obesidad es aproximadamente un 20 % más alta que la de los blancos no hispanos.
Es fácil mirar estos números y excusarlos con estereotipos prevalecientes. Pero es mucho más difícil reconocer que sus causas están arraigadas en las injusticias sistémicas: las personas que carecen de acceso a una atención médica de calidad tienen menos probabilidades de recibir atención preventiva y más probabilidades de tener afecciones crónicas de salud y morir prematuramente. Si bien las disparidades de salud continúan afectando negativamente la vida de muchos de nuestros vecinos y amigos, esto no es una realidad que tengamos que aceptar. TRMC continúa su viaje intencional para abordar las inequidades en la salud, comprometiéndose a proporcionar servicios de atención médica cultural y lingüísticamente competentes. Nuestro objetivo como organización médica es que cada paciente y grupo familiar atendidos tenga la oportunidad de lograr una salud óptima. Lo alentamos a continuar con nosotros en este viaje y a apoyarnos si comparte nuestro compromiso de crear resultados más saludables para todos en nuestra comunidad.